Empezando a volar...

Hoy me propuse crear este espacio para mis pensamientos y otras cosas que se me ocurran, realmente no me he puesto a considerar si debo hablar sobre algún tema en particular. De hecho pienso en ponerme a divagar sobre alguno que otro sinsentido que se me ocurra al vuelo. Y así hasta que logre definir mejor ese algo que me hace volcarme en las letras cada vez que me siento triste o feliz.

Hoy es un día feliz, recién cumplí mis 33 años y mis contados amigos me enviaron mensajes afectuosos por diversos medios y por primera vez en toda mi vida, no esperé algo en particular de alguien en particular, así que, en este cumpleaños no fui decepcionada.

Y es que mucha gente versa "si esperas algo de alguien, muy probablemente te decepcionará". Bien, 50% a favor de que te den lo que esperas y el otro 50% por supuesto es que no recibas nada, lo cual me parece muy razonable.

Abundando un poco en las decepciones pasadas, pues les diré, en más de una ocasión a mis propios padres se les olvidó que era mi cumpleaños y por lo tanto no tuve pasteles de cumpleaños y mucho menos los tan ansiados regalos (o quizás sufro de lagunas mentales pero no tengo registrada al menos un año en que sí) como sea, era frustrante escuchar las felicitaciones tardías.

Recuerdo mucho a mi hermana Aure que siempre hacía su lucha por recordar a mis papás de esa fecha. Hoy, doy gracias a Dios porque ella existiera ya que para un corazón tan sensible es muy dolorosa la tristeza acompañada de la soledad.

Pero ya no, este año me quité ese estigma y disfruté mi cumpleaños como hubiera querido hacerlo siempre. Con mis papás y mis hermanas. Es por esto que te dejo este pensamiento:

"Si haz de sufrir que sea porque no hay remedio alguno, mientras tú puedas, ámate, consiéntete, pero sobre todas las cosas ¡lucha!"

Con cariño.

Wiana Gara.